Mañana (30-05-2022) comienza la semana del 50º aniversario de “Estocolmo 1972”, la primera conferencia ambiental mundial, también llamada “Primera Cumbre de la Tierra” o “Conferencia de la ONU sobre el Medio Ambiente Humano”.

Hace medio siglo, en la capital de Suecia, se produjo un documento fundamental, elaborado por mentes preclaras. “La Declaración de Estocolmo”, que consta de 7 Proclamas y 26 Principios, ha sido comparada con la Declaración Universal de los Derechos Humanos. En este documento está todo lo que se debía hacer en materia ambiental.

Maurice Strong, secretario general de la Conferencia de Estocolmo, afirmó en su momento que el mensaje que prevaleció durante la Cumbre fue «la comprensión de que el hombre había llegado a uno de esos puntos fundamentales en su historia donde sus actividades son los principales determinantes de su propio futuro«. Más claro imposible.

Lamentablemente, en los 50 años siguientes, gente para nada preclara no entendió o no atendió a los mensajes emanados de Estocolmo, y hoy vemos las consecuencias. Los daños infligidos a la Tierra están tan avanzados que más que de reversión se habla de “adaptación”.

El Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), reconoce en su sitio web: “Ahora, 50 años después de la reunión de Estocolmo, el mundo se enfrenta a las tres crisis planetarias que amenazan su futuro: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, y la contaminación y los residuos…”.

Sin embargo, no todo está perdido, especialmente en cuanto a la transición energética, donde se están alcanzando avances importantes en materias como energía solar, energía eólica, hidrógeno verde y electromovilidad.

Esta semana, durante los días 2 y 3, se llevará a cabo Estocolmo+50, un evento en la capital de Suecia, país que será el anfitrión con el apoyo de Kenia, durante la cual se conmemorará Estocolmo 1972. El domingo 5 se celebrará el Día Mundial del Medio Ambiente, una efeméride que fue resultado de la conferencia de 1972.

El encuentro Estocolmo+50 tendrá un carácter colaborativo y estará abierto para que todos los participantes puedan compartir experiencias e iniciativas para proteger el planeta y contribuir al desarrollo sostenible e inclusivo, contemplando también una recuperación sostenible de la pandemia de COVID-19.