Una crisis de fe

Uno que ya tiene más de una década escribiendo sobre temas medioambientales, puede llegar a tener un momento de profunda duda, algo así como aquel creyente que alguna vez ha sentido que Dios se ha apartado tanto de él, que hasta llega a pensar que el Creador no existe. Sufre una crisis de fe, pero como toda crisis, se le pasa y entonces vuelve a creer. A mí me sucedió específicamente con el Acuerdo de París, cuyo extenso cuerpo me leí, y al terminarlo experimenté ese momento de pérdida de fe. Me pareció demasiado teórico, demasiado extenso, demasiado complicado para ponerlo en práctica y consideré de altísimo riesgo la compleja y delicada maniobra que hace falta para llevarlo a buen puerto. Pero mi crisis se fue diluyendo a medida que veía que la práctica iba superando la letra de aquél pesado compendio y se acercaba cada vez más a su espíritu. Esto, es muy importante tenerlo en cuenta.

Dentro de un mundo silencioso

Cuando un ambientalista o un activista de la Tierra se adentra en el tema del automóvil eléctrico, aterriza en un mundo que lo deja gratamente sorprendido, por todo lo que se ha hecho y los planes que existen en este importante campo de en la lucha contra el cambio climático. La electromovilidad va en la misma dirección que prescribe el Acuerdo de París, puesto que se basa en la disminución drástica de la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) y la sustitución por energías limpias. El silencioso y descarbonizado coche eléctrico es la esperanza de ciudades sin smog y de un mundo sin ruido ni gases que aumenten el calentamiento global. Por ello es muy gratificante apreciar la determinación que existe en la industria automovilística para realizar la gran transformación, tal como lo definió una representante de General Motors: “se producirán más cambios en el sector automovilístico en los próximos cinco o diez años que en los últimos cincuenta”.

Hacia la electromovilidad

Un auto eléctrico es un vehículo impulsado por un motor que utiliza energía eléctrica almacenada en una batería recargable. Posee un alto rendimiento en la transformación de la energía eléctrica en energía mecánica, comparado con el rendimiento de los automóviles movidos con gasolina, y una relación peso potencia muy superior al tradicional. Si bien es cierto que todavía estos coches son más costosos, el presidente de la BMW, Harald Krüger, es optimista en cuanto a que la curva de aprendizaje hará bajar los costos en el futuro. Su previsión apunta a 2020, año que según él estos vehículos serán cada vez más económicos hasta llegar a equipararse con los de combustión interna.

Los autos de gasolina tienen fecha de vencimiento

Las empresas están manifiestamente decididas a sustituir los coches impulsados por gasolina por autos movidos por electricidad. Volkswagen (VW) tiene previsto colocar un 25% de vehículos eléctricos hacia 2020 y un 50% hacia 2030. Para 2025 Volvo tiene como objetivo producir un 20% y Mercedes Benz entre un 20% y un 25%. También algunos países tienen una marcada determinación de dar el gran salto al auto eléctrico. Noruega ha indicado como fecha tope para prohibir el tránsito de motores de combustión interna el año 2025, Francia, 2040 y otros países como la India, Alemania y Gran Bretaña están estudiando la cuestión y pronto darán sus fechas. El año tope mundial para la eliminación de vehículos emisores de GEI es 2050, para poder cumplir las disposiciones del Acuerdo de París.

La esperanza para vencer el calentamiento global

Si se logra sustituir los autos tradicionales por coches eléctricos se habrá ganado una importante batalla a favor de la vida en la Tierra. En la medida que se incorporen mayor cantidad de autos eléctricos al tráfico del planeta el calentamiento global se irá mitigando, y en consecuencia el cambio climático, puesto que la emisión de GEI se debe en gran parte al tránsito automotor. Por todo ello, el tema del auto eléctrico no debemos mirarlo como un tema más, sino “el tema”, por todo lo que representa y toda la época que va a marcar desde ahora mismo y durante los próximos 33 años.

Ya en el siglo XIX existían autos eléctricos

Repasando un poco la historia de la movilidad eléctrica nos trasladamos unos 130 años hacia atrás para saber que los primeros coches eléctricos funcionales se crearon en la década de 1880, y llegaron a ser populares hasta principios del siglo XX, cuando aparecieron los motores de combustión interna, los arranques automáticos, y se inició la producción en serie mediante las líneas de montaje introducidas por Ford, lo cual abarató considerablemente los autos y sacó del mercado a los coches eléctricos. Pasaron muchos años, hasta que la crisis petrolera de 1973 revivió el interés por los motores eléctricos, debido a la preocupación sobre el aumento del precio del petróleo y la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

El primer auto eléctrico fue recogido y destruido

El EV1 fue el primer automóvil eléctrico moderno lanzado al mercado. Ensamblado en Estados Unidos por General Motors, su producción alcanzó 1.117 unidades desde 1996 hasta que el programa se canceló en 2002 y los vehículos fueron retirados en su totalidad del mercado por GM, entre 2003 y 2004. La mayoría de los EV1 fueron destruidos y otros donados a museos. La empresa consideró inviable su producción, aduciendo escasa autonomía, tiempo de recarga, precio de las baterías, falta de infraestructura, y poca aceptación de parte del público.

De las cenizas del EV1 surgió Tesla

La histsoria moderna del auto eléctrico se inicia con la creación de Tesla Inc., y esá estrechamente relacionada con la cancelación del programa del EV1 de GM, ya que la empresa de alta tecnología AC Propulsion, fue la que diseñó y construyó el regulador para GM, que sirvió de base para el desarrollo del EV-1. En esos tiempos AC Propulsion tenía dos equipos de trabajo en un prototipo eléctrico denominado T-Zero. En uno estaban Martin Eberhard, Marc Tarpenning e Ian Wright, y en el otro Elon Musk y JB Straubel. Pero como ambos grupos quedaron colgados del aire por la decisión de GM, Tom Gage, presidente de AC Propulsion, propuso que los equipos unieran esfuerzas y continuaran sus desarrollos. Así fue como Elon Musk, JB Straubel y Martin Eberhard se juntaron para fundar Tesla Motors, que toma su nombre de Nikola Tesla (1856-1943), sobresaliente inventor de su época.

Un líder mundial, muy poco conocido

Es importante señalar que AC Propulsion Inc, fundada en 1992, en California, por Alan Cocconi y Wally Rippel, “se especializa en sistemas de transmisión alterna basados en corriente para vehículos eléctricos. Su objeto es el desarrollo, la fabricación, y la cesión de licencias de sus sistemas tecnológicos y componentes para vehículos eléctricos. Desde su fundación, AC Propulsion se ha posicionado como líder mundial en este sector”. Su fundador y presidente, Alan Cocconi, se graduó en ingeniería en el California Institute of Technology. Como consultor de ingeniería, desarrolló los sistemas de rastreo y captación solar para el GM SunRaycer que ganó el premio World Solar Challenge, 1987, Australia, creado para vehículos propulsados con motor solar.

Una empresa nacida para combatir el calentamiento global

Tesla Motors fue creada en 2003, con sede en Silicon Valley, nombre que recibe la zona sur del área de la Bahía de San Francisco, norte de California, Estados Unidos. Tesla se impuso como misión acelerar la transición hacia el transporte sostenible, combatir el calentamiento global y las muertes por smog ocasionadas por el transporte automotor. Entre sus principios tenía por prioridad demostrar que se podía fabricar coches eléctricos en series pequeñas, de alto performance y desmontar el mito de que los vehículos eléctricos eran lentos, pesados, feos y con poca autonomía. Y en verdad esa era la percepción que se tenía en aquellos primeros años de los autos eléctricos: unos juguetes lentos que nunca podrían competir con los autos de combustión interna.

Tesla Roadster, primer auto electrico que fue tomado en serio

Tesla produce coches eléctricos, baterías y otros componentes para sus vehículos, pero también provee partes y tecnología para otras marcas, entre ellas Daimler y Toyota. El primer automóvil que salió a la venta de la planta de Tesla fue el Roadster, en 2008, un coche deportivo totalmente eléctrico, primer automóvil producido en serie que utiliza baterías de iones de litio con autonomía de más de 200 millas (322 km) por carga. El modelo base acelera de 0 a 60 millas por hora (97 km/h) en 3,9 segundos. Con estas características Tesla logró su objetivo y provocó un gran impacto en el público. La compañía tuvo el mérito de capturar la atención de la gente por primera vez hacia el auto eléctrico y lograr que se creyera en la posibilidad de su éxito. El prototipo del Roadster fue portada del año de la revista Time, en 2006. La producción anual era de tan solo 500 unidades. Pero la estrella del fabricante sería el Tesla Model S, que inició sus ventas en 2012. Posee la mayor autonomía del mercado. Mediante una batería de 100 kWh, puede rodar sin necesidad de recarga hasta 539 km o 335 millas. Entre 2012 y julio de 2017 sus ventas alcanzaron cerca de 185.000 unidades. En 2013 fue declarado “Auto Verde” del año.

Una exitosa alianza

Renault, Nissan y Mitsubishi, mediante una inédita y audaz operación se convirtieron en socios estratégicos en 1999. La Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi controla diez grandes marcas, entre ellas: Renault, Nissan, Mitsubishi y Lada. La Alianza vende más del 10% del total de autos del mundo. A partir de diciembre de 2016 es líder mundial de autos enchufables, con ventas de casi 425.000 vehículos eléctricos puros, entre 2010 y 2017. El Nissan Leaf es el auto eléctrico más vendido del mundo, con más de 300.000 unidades entregadas hasta septiembre de 2017. Ya Nissan presentó su modelo 2018, la segunda generación del Leaf.

¿Y cuántos andan rodando por allí?

Dejando atrás la historia, la pregunta que cabe es ¿cuántos autos eléctricos circulan por el mundo? Dar una cifra exacta no es fácil.  El dato con el que debemos quedarnos es que, a pesar del boom de producción, el número de unidades aún ronda cerca del 1% del total de vehículos en el mundo. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), ya hace dos años, a finales de 2015 posiblemente se alcanzó la cifra de un millón de autos entre eléctricos e híbridos. Estos últimos se impulsan con motores eléctricos y de gasolina a la vez. Según la AIE, ya para 2016 circulaban por las carreteras de China 648.770 autos eléctricos, con lo cual se ha convertido en el poseedor de la mayor cantidad de vehículos de este tipo. Para mayo de 2016 Europa registraba medio millón de autos eléctricos de pasajeros. La AIE ha determinado que, para cumplir con los compromisos adquiridos mediante el Acuerdo de París en la lucha contra el cambio climático, es necesario arribar a 600 millones de unidades para 2050.

El futuro del automóvil eléctrico es imparable

Si tomamos en cuenta esta astronómica cifra, llegamos a la conclusión de que no es poca cosa intentar dejar atrás cientos de millones de vehículos movidos por combustibles de origen fósil, para sustituirlos en un tercio de siglo por autos impulsados por electricidad. Pero ya la maratón ha comenzado, y con buen pie, señal de que el futuro del automóvil eléctrico es imparable, así como la lucha contra el calentamiento global de nuestro amable planeta Tierra. De este modo lo están demostrando la mayoría de los fabricantes y muchos países. La producción de unidades está en ascenso, al igual que la voluntad de restringir el uso de los coches que emiten gases de efecto invernadero (GEI). Podemos comprobarlo mediante la siguiente tabla.

Países con mayor cantidad de autos eléctricos 2015-2016

POSICIÓN PAÍS PARQUE ELECTROMOTOR
1 CHINA 645.700
2 ESTADOS UNIDOS 570.187
3 JAPÓN 147.000
4 NORUEGA 135.276
5 HOLANDA 113.636
6 FRANCIA 108.065
7 REINO UNIDO 96.627
8 ALEMANIA 74.754
9 SUECIA 30.513
10 CANADÁ 27.392

Tabla por: Sandor Alejandro Gerendas-Kiss
No incluye autos híbridos

Menos piezas, menos reparaciones

Respecto al costo de mantenimiento de un auto eléctrico, es considerablemente menor que el de uno de combustión interna, comenzando por el precio de la energía eléctrica, más económica que la gasolina. Al no poseer caja de cambios, embrague, bujías, inyectores, filtros de gasolina, tubos de escape, silenciadores y muchas otras partes y piezas móviles y fijas, hay menos reparaciones para hacer. Los obstáculos que pudieran atentar contra su bajo costo es que el rápido crecimiento del parque automotor eléctrico pudiera incidir sobre el precio de las baterías por la alta demanda del litio y el cobalto. Sobre el precio actual de un auto eléctrico, puede verse la siguiente tabla:

Precios base de algunos vehículos eléctricos

MARCA MODELO PRECIO EN EUROS
TESLA S 83.000
FORD FOCUS ELECTRIC 39.000
BMW i3 38.200
VW E GOLF 38.020
NISSAN LEAF 31.805
KIA SOULE E 25.328
HYUNDAI IONIQ ELÉCTRICO 19.800
RENAULT ZOE 18.500
CITROËN C-ZERO 16.570
RENAULT TWIZY    4.900

Tabla por: Sandor Alejandro Gerendas-Kiss
No incluye autos híbridos

La autonomía, he allí la cuestión

Con relación a la autonomía de un vehículo eléctrico, factor primordial a tomar en cuenta al momento de decidir la migración al nuevosistema, depende del modelo del auto y las características de la batería. Con las baterías de litio se puede alcanzar una autonomía cercana a los 200 km. Con algunas tecnologías que han comenzado a aplicarse, la distancia entre recargas puede llegar a 300 km y hasta 500 km. Las baterías de más de 400 km de autonomía son costosas y el tiempo de recarga puede llegar a unas nueve horas en casa, que pueden reducirse a dos horas en los puntos de recarga públicos o “electrineras”. Para evitar el tiempo de espera, en algunos lugares se canjean las baterías descargadas por unas cargadas de antemano. Con relación a los puntos de carga, la empresa alemana BMW asegura ofrecer 70.000 estaciones en 29 países. Por otro lado, están planeando crear una red europea de carga rápida en autopistas. Pero todavía hay mucho por hacer e invertir en esta materia para poder atender la alta demanda que se pronostica para los próximos años. Por otra parte, el gobierno de China anunció que va a construir puntos de recarga para cinco millones de automóviles eléctricos para 2020.

¿Y quién va a generar tanta electricidad?

Llegado a este punto, la pregunta que cabe es: ¿pudieran aumentar los problemas ambientales con el incremento de la generación de energía eléctrica? Para comenzar hay que recordar que la producción de electricidad con métodos tradicionales se está reemplazando por energía eólica, una fuente generadora de energía limpia, y una de las que más impulso está teniendo en el mundo junto con la energía solar. La siguiente pregunta que surge es si habrá suficiente capacidad y espacio para colocar la cantidad de molinos de viento y celdas eléctricas que harán falta para alimentar las baterías de los 600 millones de vehículos eléctricos estimados para 2050, si es que puede predecirse la clase de vehículos o sistemas de transportación que estaremos utilizando dentro de 33 años. Si la energía eólica o la solar no serán suficientes, quizás se tendrá que seguir recurriendo, al menos en parte, a la energía hidroeléctrica.

Evitar la generación de energía hidroeléctrica

Los problemas ambientales inherentes a la generación de energía hidroeléctrica son importantes y abarcan varios aspectos: en la construcción de nuevas represas se inundan enormes extensiones de tierra y con ello se aniquilan complejos ecosistemas, afectando, además, la flora y fauna de extensas regiones circundantes no anegadas, debido a la invasión de la fauna que logra escapar de la inundación. En cuanto a los ríos, se alteran las condiciones del flujo del agua y se bloquean las rutas de migración de peces impidiendo el desove. Para colocar los largos tendidos de transportación de electricidad se requiere talar árboles y deforestar largos trechos de bosques, selvas y otros terrenos. Esto, además de dañar la vegetación, afecta las rutas de migración de la fauna, provoca erosión del terreno y facilita el acceso humano a sitios anteriormente aislados. Por último, en ciertos casos, la electricidad usada para recargar las baterías se obtiene mediante materias primas contaminantes como el carbón.

¿Qué pasará con la gente que no pueda cambiar su automóvil de combustión por uno eléctrico?

El tiempo dirá si se los países incluirán subvenciones a particulares de bajos recursos para el canje de vehículos tradicionales por eléctricos. En la actualidad hay un excelente ejemplo a tomar en cuenta, como es el de Noruega, el país más adelantado del planeta para adoptar los convenios incluidos en el Acuerdo de París. El país nórdico está cambiando su parque automotor con gran rapidez. El secreto está en que el gobierno noruego ofrece subsidios para la compra de autos eléctricos, además de incentivos fiscales como exonerar los impuestos con que se grava la venta de automóviles, que no es nada económico en Europa. Estos autos no pagan peajes y pueden estacionar gratis, así como viajar sin costo por los transbordadores que cruzan los fiordos. Por otra parte, el ministro francés de Medio Ambiente, Nicolás Hulot anunció que habrá ayudas a personas de bajos recursos que decidan deshacerse de su vehículo actual y comprar uno eléctrico, especie de ayuda para la transición hacia las energías limpias. Hulot es fundador y presidente de la “Fundación Nicolas Hulot para la Naturaleza y el Hombre”, entidad ambiental creada en 1990.

Pero también hay que considerar que el coche eléctrico, en la medida en que la producción de autos se acelere, abrirá un gigantesco mercado y una nueva oportunidad de negocios, a la que se unirán más marcas y modelos que van a luchar a muerte para captar al comprador mediante estrategias de marketing y ventas agresivas. Seguramente veremos cuotas iniciales cercanas a cero, bajos intereses y plazos para pagar cada vez más largos, lo cual hará más fácil el acceso a la movilidad eléctrica.

¿Qué sucederá con los países que no tengan capacidad para de generar suficiente electricidad?

El Fondo Verde del Clima, ente incluido en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, creado a finales de 2011 para ayudar a países en desarrollo en sus necesidades de adaptación y mitigación, como sería el caso de la generación de electricidad limpia, va a disponer de $100 mil millones al año para tales fines, aunque la forma de recabar estos recursos todavía está en discusión.

Un reconocimiento final a Elon Reeve Musk

(Pretoria, Sudáfrica, 28 de junio de 1971), inventor y empresario sudafricano, además de ser el cofundador de Tesla Motors, también lo es de PayPal, SpaceX, Hyperloop, SolarCity, The Boring Company y OpenAI. Musk afirma que los propósitos de SolarCity, Tesla y SpaceX giran alrededor de su visión de cambiar el mundo de forma dramática. Entre sus metas está detener el calentamiento global mediante el abandono de los combustibles fósiles por energías renovables, sobre todo la energía solar.

A Elon Musk, quizás en un futuro pudiéramos verlo inscrito en el mismo álbum dónde están las fotos de Bill Gate, Steve Jobb, Larry Page y Sergey Brin, Mark Szuckemberg, Jeff Bessos, Jimbo Wales y Larry Sanger, y por qué no, el de Walt Disney, pionero de los pioneros visionarios del siglo XX que lograron instalar sus exclusivos locales comerciales en la calle principal de esta aldea global llamada Tierra. Igual que ellos, Musk ha tenido que transitar por un mar tenebroso con intermitentes periodos de buen tiempo, pero que finalmente les ha permitido navegar hacia adelante y legar sus aportes de ingenio para crear un mundo nuevo que ha transformado por completo la vida de la humanidad, como nadie pudo imaginarlo hace apenas medio siglo, y cuyo desenlace aún es impredecible, y esperamos que Steven Hawkings esta vez se equivoque en sus predicciones.

Sandor Alejandro Gerendas-Kiss