En la ciudad de Incheon, Corea del Sur, entre el 1 y 5 de octubre de 2018 se llevó a cabo la 48ª Sesión del IPCC, Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático o Panel Intergubernamental del Cambio Climático, y la Primera Sesión del Grupo de Trabajo I, II y III.

En esta reunión se presentó el Quinto Informe de Evaluación del IPCC, cuyo principal objetivo es limitar la subida de temperaturas a 1,5 grados centígrados desde su nivel preindustrial. Esta meta, según dicho informe, requerirá de «cambios sin precedentes» a nivel social y global, por la gravedad de la situación del planeta debido al incremento sostenido de la temperatura mundial, con todas sus consecuencias.

¿Qué es el IPCC?

El IPCC es una organización internacional, establecida en 1988 con la cooperación de dos organizaciones de la ONU: la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Su sede se encuentra en Ginebra, Suiza, y su presidente actual es Hoesung Lee, elegido el 6 de octubre del 2015. El primer Informe fue publicado en 1990, el segundo en 1995, el tercero en 2001 y el cuarto en 2007.

Forman parte del IPCC numerosos países de todos los continentes. Se realizan reuniones una o dos veces al año. El IPCC posee autoridad aceptada internacionalmente sobre cambio climático y para realizar las recomendaciones pertinentes.

La Organización no realiza investigaciones por su propia cuenta, ni lleva a cabo el monitoreo de los fenómenos relacionados con el clima. La principal actividad del IPCC es publicar informes especiales de asuntos relevantes sobre el Cambio Climático. Para ello se vale de las investigaciones de cientos de científicos y expertos que ejecutan el trabajo de manera voluntaria. Sus conclusiones son revisadas por representantes de todos los gobiernos.

La decisión de elaborar el Quinto Informe de Evaluación fue adoptada por los miembros del IPCC en su 28ª reunión, realizada en Budapest, Hungría, entre el 9 y 10 de abril de 2008. Los tres grupos de trabajo tienen tareas diferentes. El grupo I se encarga de producir la base científica necesaria. El grupo II se dedica a los efectos del clima, adaptación y vulnerabilidad. El grupo III investiga sobre la mitigación.

El comunicado de prensa del IPCC

En el comunicado de prensa emitido por el IPCC, podemos leer que la Organización aprobó el Informe especial sobre calentamiento global de 1,5 °C el 6 de octubre. Además, adelanta que “Este informe será una contribución científica fundamental en la Conferencia sobre el Cambio Climático que se celebrará en diciembre en Katowice (Polonia), donde los gobiernos examinarán el Acuerdo de París para afrontar el cambio climático”.

El nombre completo del informe es “Calentamiento Global de 1,5 °C, Informe Especial del IPCC sobre los impactos”. Contiene estadísticas principales sobre el calentamiento global. Fue realizado por 91 autores de 44 nacionalidades y 40 países de residencia. 14 autores principales coordinaron a los grupos de trabajo, además de otros 60 autores, 17 editores-revisores, 133 autores contribuyentes. Contiene más de 6.000 referencias. Se realizaron 42.001 observaciones de revisión por parte de expertos y gobiernos.

Según el IPCC la limitación del calentamiento global a 1,5 °C en lugar de 2 °C tendría beneficios importantes para la humanidad y los ecosistemas naturales, y marcaría el camino hacia una sociedad más sostenible y equitativa.

Declaraciones de algunos personeros del IPCC

«Uno de los mensajes fundamentales arrojado de forma contundente por el informe es que ya estamos viviendo las consecuencias de un calentamiento global de 1 °C, con condiciones meteorológicas más extremas, crecientes niveles del mar y un menguante hielo marino en el Ártico, entre otros cambios», según declaró Panmao Zhai, Copresidente del Grupo de Trabajo I del IPCC.

Hans-Otto Pörtner, Copresidente del Grupo de Trabajo II del IPCC, declaró: “La probabilidad de que el océano Ártico quedara libre de hielo en verano sería de una vez por siglo con un calentamiento global de 1,5 °C, frente a un mínimo de una vez por decenio con uno de 2 °C. Los arrecifes de coral disminuirían entre un 70% y un 90% con un calentamiento global de 1,5 °C, mientras que prácticamente todos ellos (> 99%) desaparecerían con uno de 2 °C. Cada porción extra de calentamiento tiene importancia, especialmente en la medida en que un calentamiento de 1,5 °C o más incrementa el riesgo asociado a cambios duraderos o irreversibles, como la pérdida de algunos ecosistemas».

«La buena noticia es que algunos tipos de medidas que se necesitarían para limitar el calentamiento global a 1,5 °C ya se están llevando a cabo en todo el mundo, pero sería necesario acelerarlas», afirmó Valerie Masson-Delmotte, Copresidenta del Grupo de Trabajo I.

El informe subraya que para limitar el calentamiento global a 1,5 °C se necesitarían transiciones «rápidas y de gran alcance en la tierra, la energía, la industria, los edificios, el transporte y las ciudades”.

Hace hincapié en la necesidad de que las emisiones netas globales de dióxido de carbono (CO2) de origen humano disminuyeran en 2030 alrededor de un 45% respecto de los niveles de 2010, y siguieran disminuyendo hasta alcanzar el «cero neto» aproximadamente en 2050.

El informe afirma que, si se permite que la temperatura global sobrepase 1,5 °C, “sería necesario depender en mayor medida de técnicas que absorbieran CO2 de la atmósfera para volver a un calentamiento global inferior a 1,5 °C en 2100”. Pero advierte que la efectividad de esas técnicas no está probada a gran escala y algunas pueden conllevar importantes riesgos para el desarrollo sostenible.

«Limitar el calentamiento global a 1,5 °C en lugar de 2 °C reduciría los impactos problemáticos en los ecosistemas, la salud humana y el bienestar, y facilitaría la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas», declaró Priyardarshi Shukla, Copresidente del Grupo de Trabajo III del IPCC.

«Las decisiones que tomemos hoy son decisivas para garantizar un mundo seguro y sostenible para todos, tanto ahora como en el futuro», afirmó Debra Roberts, Copresidenta del Grupo de Trabajo II del IPCC.

«Este informe proporciona a los responsables de las políticas y los profesionales la información que necesitan para adoptar decisiones dirigidas a afrontar el cambio climático teniendo en cuenta el contexto local y las necesidades de las personas. Los próximos años son probablemente los más importantes de nuestra historia», añadió Debra Roberts.

Logros positivos de la reunión de Incheon

Sin lugar a duda la reunión de cinco días en la ciudad sudcoreana tuvo el mérito de lograr titulares en gran cantidad de medios alrededor del mundo, solo comparable con el anuncio de la aprobación del Acuerdo de París en 2015. En las redes sociales y en los sitios web aumentó de forma notoria la cantidad de personas que entraron para buscar información y opinar sobre la cuestión.

Esto es positivo, porque generalmente el interés del gran público por estos temas es muy bajo. Vamos a expresarlo con claridad: el calentamiento global y el cambio climático no son temas populares.

La amplia difusión del informe del IPCC hizo que millones de personas voltearan la cabeza hacia la gravedad y urgencia de los peligros anunciados. Además, el informe nos hizo ver que los problemas no son para 2080 ni para el final del siglo. El IPCC nos ha enterado oficialmente de que los problemas están aquí, ya, en este momento. Hay que tomar medidas heroicas y urgentes de aquí a 2030 si no queremos que la situación se salga de las manos.

La preocupación

Respecto a la cuestión del 0,5 °C, en torno al cual gira el informe, nos preocupa que tan pequeña variación pueda tener tan importantes efectos sobre el clima del planeta.

También nos preocupa el cómo lograr bajar ese ½ grado. Porque mientras cientos de científicos trabajan abnegadamente y ad-honorem en el campo, recabando miles de datos para sus informes, y otros en el recinto de las oficinas revisando y corrigiendo los trabajos que les han sido entregados, afuera hay otra realidad. Se siguen buscando con afán nuevos yacimientos petrolíferos; se unen más países para implementar la extracción de combustibles fósiles mediante técnicas no tradicionales como el fracking; se sigue extrayendo cientos de camiones de troncos de árboles de por lo menos diez bosques del mundo, incluyendo los de la selva lluviosa del Amazonas. Se siguen contaminando mares y océanos con plásticos, vertederos industriales y aguas residuales. Ante nuestros ojos las partes por millón de CO2 saltaron la barrera psicológica de los 400 PPM, que se había mantenido debajo de este valor por millones de años.

Si 0,5 °C más o 0,5 °C menos pueden causar esa gran diferencia en la estabilidad del clima, como lo acaba de anunciar el IPCC, no nos queremos ni imaginar lo que sucedería con 1, 2, 3 o 4 grados más si no se logra parar las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, la deforestación de los bosques y la contaminación de las aguas.

Urgen medidas que obliguen a los involucrados en estos campos a disminuir sus actividades. El solo hecho de construir más paneles solares, molinos eólicos y autos eléctricos no será suficiente. Menos en un escenario que recorta los tiempos de respuesta debido a la aceleración de los efectos del cambio climático.

 Sandor Alejandro Gerendas-Kiss

Fuente:

IPCC Intergovernmental Panel on Climate Change. Quinto Informe de Evaluación del IPCC: Cambio Climático. Recuperado de https://www.ipcc.ch/report/ar5/index_es.shtml